A pesar de que nuestra sociedad
está cambiando la idea de vida sexual, no hablamos tanto de este tema como
deberíamos, ya sea por miedo o vergüenza por lo que otras personas vayan a pensar de nosotros.
Gran parte de estos prejuicios
vienen predeterminados en algunos casos por nuestra educación sexual. Nuestros
padres no nos informaron bien o no resuelven nuestras dudas, lo conciben como un
tema muy incómodo.
Nuestro plan B para informarnos de
este tema es a través de los rumores que escuchamos (dando por hecho que son
ciertos) o en otros casos, cuando por suerte o por desgracia hemos pillado a
alguien realizando algún acto erótico. También obtenemos información a través
de las películas porno o eróticas, las cuales nos ofrecen conductas que no se corresponden con la vida erótica normal, esto da pie a confusiones
sobre las relaciones sexuales.
¿Por qué cuando vemos una película
de amor tenemos claro que es algo imposible o idealizado y en cambio, cuando es
una película erótica nos empeñamos en imitarlo o buscarlo? Una de las razones
puede ser que nuestras experiencias con otras parejas, nos hagan más expertos en
el tema de las rupturas sentimentales, además, tendemos
a consultarlo con amigos; En cambio, cuando hay un problema sexual no tendemos
a contarlo a los demás y por lo tanto, no tenemos tanta información ni tantos puntos de
vista.
Cuando sacamos conclusiones
precipitadas o tenemos información ambigua o no del todo fiable, solemos
formarnos teorías o ideas que “van a misa” creándonos prejuicios o mitos.
Vamos a desmontar los mitos
eróticos más frecuentes:
·
El sexo
sólo es coito, lo demás son preliminares: esto no es cierto, el sexo es
todo el conjunto de prácticas eróticas, incluidos los besos o caricias.
·
Todas las
mujeres deben llegar al orgasmo durante la penetración: esto no es así, un
gran porcentaje (entorno al 76%) no llegan al orgasmo durante la penetración.
Esto se debe a que el orgasmo femenino se consigue mediante la estimulación directa
o indirecta del clítoris.
·
Los dos
tenemos que llegar al orgasmo a la vez: esto no es así, la respuesta
orgásmica de cada género es diferente, anatómicamente la mujer está preparada
para tener varios orgasmos, mientras que el hombre sólo suele eyacular una vez.
·
Si una
mujer no grita durante el orgasmo es que no ha sido tan intenso: cada
orgasmo es subjetivo, no hay dos orgasmos iguales ni maneras de reaccionar a
él, un orgasmo silencioso puede ser igual o más placentero de uno escandaloso,
no tiene nada que ver.
·
Sólo da
placer un pene grande: La sensibilidad de la vagina está presente sólo en el primer y
tercer tercio por lo que no es determinante, además, como hemos dicho antes,
pocas mujeres llegan al orgasmo durante la penetración. Incluso un tamaño
grande de pene puede llegar a ser molesto o doloroso.
·
El hombre
tiene que durar mucho para que la mujer disfrute: cada pareja tiene su
ritmo erótico y no hay tiempos estipulados, dos parejas pueden estar
satisfechas sexualmente con la duración de sus relaciones y cada una de ellas
dedica una cantidad de tiempo diferente.
·
Las
fantasías eróticas son de pervertidos: cada persona vive su sexualidad a su
manera y cada uno tiene distintas preferencias sexuales. No por querer utilizar
determinados juegos somos pervertidos. Nuestro deseo es determinado, no
deseamos todo.
·
Casi
ninguna mujer se masturba, y las que lo hacen son unas guarras: en nuestra
sociedad hemos normalizado que los hombres se masturben frecuentemente, pero no
lo tenemos tan normalizado con las mujeres y lo que queremos es que puedan
realizar las mismas prácticas eróticas en ambos sexos sin ser juzgados.
·
Las
personas con pareja no pueden masturbarse ni ver películas porno: la
sexualidad es una parte importante de nosotros mismos y tenemos que seguir
cuidándola. Si nuestra pareja quiere seguir con estos hábitos, no significa que
nos quiera menos o que no nos deseé. Es importante nuestra intimidad erótica y el respeto por la intimidad de tu pareja.
·
Los
hombres que sienten placer con actos eróticos relacionados con el ano son
homosexuales o bisexuales: no se tiene que cuestionar la orientación sexual
de un hombre porque sienta placer en una zona erógena, no está relacionado, no
tiene nada que ver. Es una zona que debido a las contracciones del orgasmo produce placer en ambos sexos sean de la orientación que sean.
·
Las
mujeres que se acuestan con muchos son unas putas: cada mujer tiene que
vivir su sexualidad plenamente y tiene la absoluta libertad de decidir con quién
lo comparte, a pesar de no sentir necesariamente amor. Esta actitud machista
también la potencia la propia mujer, a veces somos las primeras en juzgar a una
mujer liberada sexualmente y esto no puede seguir así.
En este vídeo se comparan las relaciones en las películas porno y en la vida real:
Podemos decir que la sexualidad la
vamos formando con nuestra experiencia por lo que, para aumentar la calidad de
nuestras relaciones eróticas, debemos hablar más abiertamente de nuestra
sexualidad y obtener más información realista.
“Tu
sexo es Tuyo” (Sylvia de Béjar)
